"Estoy nervioso, el cuerpo hecho mierda; nunca había estado tan alto (muchos km) y es mucha la presión.
Trato de calmarme pensando en esa clase de composición donde el profe dijo "no se si a estas alturas tocar en un piano mientras se quema sea original"
Lo quería hacer a mi manera; el avión va bien, yo... sinceramente, no lo sé. Aún no tengo claro lo que voy a tocar. Supongo que una de mis primeras piezas pa' piano, una hoja de tiempo...
Mi memoria falla, recuerdos borrosos de algo que no se si fue un sueño; "Yo en Chiloé estudiando esas piezas, lejos de todo, afuera en la cabaña, un angel descalz@ leyendo, de blanco, como el Mac arriba de mi piano..."
Estoy nervioso, llegó el momento, paracaidas puestos, pesos para caer a la velocidad del piano, pesan como el demonio. 3 personas trataran de sujetar el piano mientras cae, para yo tocarlo, Muzak tiene lista la camara.
y todo se detiene...
esos acordes son como tragar vida, como tragar vidrio...
Caigo demasiado rapido, hay que usar el paracaidas, y era obvio... el mio no funciona, me guste o no, aveces lo obvio sucede.
Solía bromear diciendo que en el infierno habría muy buena música. En realidad, no hay nada"
Danilo Dawson
http://www.danilodawson.blogspot.com
Fuente de la Fotografía: opilhablogs.blogspot.com
La vida quema como el fuego y se consumen los recuerdos con mucha rapidez..Te deso con tdo el corazon..lo mejor de este vida...y las q siguen,luz eterna y un abrazo lleno de melodias sin fin...desde mi mundo.
ResponderEliminarC.
=^.^=
"Si no oigo a mi corazón"
ResponderEliminarAh, cuanto tiempo perdido en pensar
que la vida se puede explicar
Con veneno intenté curación
¿por qué confié en mi razón?
Ya en un mar de palabras me ahogué
y fue en vano quererlas creer
Pero al fin el castillo cayó
y adentro sólo estoy yo
Vos ya sabías que todo es parcial
que no hay mapa que enseñe a viajar
que es el alma quien debe cantar
Que sólo un tonto se pone a correr
cuando la lluvia le besa los pies
Sirve el tiempo su mismo licor
que cada año acelera el temor
que en mi copa se amargue el sabor
si no oigo a mi corazón